Por: Guatecaña –
Este mes ha iniciado la Zafra en Guatemala, la temporada de cosecha de caña para la producción de azúcar, alcohol, fertilizantes y energía renovable. El trabajo de la Agroindustria de la Caña de Azúcar ha sido reconocido por su impacto económico, ya que el azúcar y sus derivados constituyen el tercer principal producto de exportación del país y representan el 6.3 % de las exportaciones totales; sin embargo, hoy la Zafra destaca especialmente por su sostenibilidad.
En el ámbito ambiental, desde 2011, el sector ha sembrado 9.4 millones de árboles y ha cubierto 2,295 hectáreas de bosque en diversas regiones del país. Con un enfoque en la recuperación y restauración de ecosistemas, se ha logrado crear corredores biológicos y sembrar 55 especies de árboles nativos, que han propiciado la protección de la biodiversidad.
A esto se suma la implementación de sistemas de riego eficiente, que permiten hacer un uso adecuado de los recursos hídricos. Además, los ingenios participan en 13 mesas técnicas de agua, las cuales son espacios de diálogo y planificación conjunta con autoridades, comunidades y productores, que se enfocan en la conservación de ríos, el monitoreo de cuencas y la implementación de buenas prácticas hídricas a nivel regional.
Otro de los aportes más relevantes de la Zafra es la generación de energía renovable a partir del bagazo, un subproducto de la caña de azúcar. Gracias a este sistema circular, durante esta temporada, los ingenios suministran el 30 % de la electricidad usada en el país, reduciendo las emisiones asociadas a fuentes fósiles y evitando que lleguen al ambiente 3.7 millones de toneladas de CO2eq.
Además, se producen alcohol y fertilizantes a partir de residuos, lo que contribuye a un uso más eficiente de los recursos y a la mejora de los suelos agrícolas.
El avance ambiental va de la mano con un impacto social significativo: durante la Zafra se generan 52,000 empleos directos y 258,000 indirectos, apoyando a más de 310,000 familias. Esta actividad económica también impulsa el desarrollo de proveedores —más de 6,000, la mayoría pequeñas empresas— y dinamiza comercios locales, desde talleres y laboratorios hasta restaurantes, hoteles y tiendas.
La huella económica de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, alcanza el 92 % de todos los municipios del país, pero más allá de su impacto económico, la Zafra se ha convertido en una plataforma para impulsar prácticas agroindustriales sostenibles, promover la innovación y trabajar por un futuro, el cual es la cosecha más importante.

